Un joven dinámico y exitoso llamado Mike vive en los suburbios de Estados Unidos. Cuida su salud, se ejercita constantemente y lleva una dieta equilibrada. Mike siempre mantiene un estilo de vida activo, entrena y corre con frecuencia, y vive una vida aparentemente despreocupada. Sin embargo, recientemente comenzó a sentir anomalías en su cuerpo: fatiga prolongada, molestias abdominales, problemas digestivos frecuentes y pérdida de peso por razones desconocidas.
Al principio, Mike pensó que se debía solo al trabajo y a la presión de la vida, y que podría ser solo una molestia física pasajera. Sin embargo, después de unos meses, los síntomas no solo no remitieron, sino que se agravaron. Las molestias gastrointestinales se intensificaron y comenzaron a aparecer cambios extraños en su piel, especialmente en las piernas, que gradualmente desarrollaron una hinchazón inexplicable, y la piel se volvió áspera y dura, como si estuviera envuelta en cuero.
Mike empezó a sentirse ansioso. Intentó sobrellevar estos síntomas cambiando sus hábitos alimenticios y descansando más, pero nada parecía mejorar. Así que decidió consultar a un médico con la esperanza de encontrar la causa. Tras una serie de exámenes, el diagnóstico del médico lo impactó: estos síntomas en realidad son causados por infecciones parasitarias, especialmente parásitos como la esquistosomiasis, que entran al cuerpo humano a través de la sangre y la absorben, causando una serie de lesiones.
Uno de los síntomas más notables es la llamada "elefantiasis": una inflamación y engrosamiento severos de la piel de las extremidades. Las piernas de Mike son exactamente así. La piel se endurece y áspera como la de un elefante, y la inflamación le impide casi caminar. El médico le explicó que la elefantiasis es una enfermedad crónica causada por parásitos y que, en casos graves, puede requerirse una amputación para controlarla. Mike se dio cuenta de que estos síntomas leves podrían ser signos tempranos de una infección parasitaria y, si no se trata a tiempo, la afección podría empeorar.